La clamidia es una infección de transmisión sexual causada por la bacteria clamydia trachomatis, con un ciclo vital intracelular y propiedades de adhesión al epitelio columnar. Puede afectar a hombres y a mujeres.
La clamidia se contagia durante la relación sexual vaginal, anal u oral, con alguien infectado. También es posible que se transmita de la madre al bebé durante el parto.
Es importante recordar que es posible volver a contraerla, aunque se haya curado con anterioridad en el pasado, si no hay protección durante las relaciones sexuales.
Regularmente es asintomática, pero en ocasiones pueden presentar síntomas semanas después del contagio.
Es posible que se infecte el recto provocando dolor, secreción y sangrado en hombres y mujeres; también puedes contraer infecciones oculares y en la garganta, aunque es menos común.
Se cura fácilmente con antibiótico, es necesario que el médico ginecólogo te oriente en la duración y dosis del tratamiento ya que puede ir desde una hasta 3 semanas dependiendo el diagnóstico. Es importante mencionar que este tratamiento no cura cualquier otro daño que haya causado la infección.
Recuerda que también es necesario que tu o tus parejas reciban tratamiento y así evitar volver a contagiarse o contagiar a otras personas.
La única manera de corroborar la infección por clamidia, es realizando una prueba de laboratorio; puede ser de orina o un exudado.
Si eres una persona sexualmente activa, tu médico ginecólogo o urólogo te indicará hacer pruebas regularmente para descartar alguna ITS.
- Relaciones sexuales con preservativo
- Evita tener múltiples parejas sexuales
- Revisiones y estudios de detección de ETS mínimo cada año, para prevenir el contagio de enfermedades de transmisión sexual.